Point #72: Al D. Scholar – Lucina Ugarte

Lucina UgarteLucina Ugarte

 

English Translation:

The moment I received the call from Caitlin informing me that I had been granted the Al D. Scholarship will be one I never forget. Honestly, I never thought it would be awarded to me. From that day forward everything that occurred was and has been indescribable.

I began to realize that there was a considerable amount of work to do even before the event itself: talks, videos, entertainment, and getting to know people, even if it was only virtually. I had no idea of the grand family that had been forming during the many, many years of volunteer work at each of the Conferences in the past; a family that I was so welcomed into. There were so many lovely people all with the same goal. Initially I felt overwhelmed, knowing that the majority of the attendees already knew each other and I was a complete stranger who didn’t even speak the same language. It didn’t take long for me to realize that all of my preconceptions had no place among the grand and delightful family of volunteers, who not only took me in from the beginning, but were also concerned for me, knowing how far I was travelling in order to participate in such an honorable task. The departure day arrived. It wasn’t an easy trip and during the first layover, I began to feel ill and I thought I wasn’t going to make it to my destination. Despite the situation, I convinced myself that I was fine and that I didn’t have the luxury of missing this opportunity. I found ways to deal with the pain and continued my journey. It wasn’t easy, but arriving in Las Vegas made everything that much more real; I was there!!!

My best memories? After a whirlwind week it is hard to pick just one. The journey by bus to the restaurant where we shared the last supper at the end of Conference was priceless. I enjoyed every minute. That and Caitlin’s final discourse was the perfect finishing touch to such a magnificent experience.

Would I do it again? Without a single doubt! I hope to see everyone again next year.

 

Spanish Translation:

Cuando me llamó Caitlin para contarme que me habían otorgado la beca fue un momento que nunca olvidaré. Honestamente nunca pensé que me la darían.

Y desde ese dia en adelante fue indescriptible todo lo que fue sucediendo.

En seguida me di cuenta de que había mucho trabajo que hacer aun mucho antes del evento, charlas, videos, entrenamiento y conocer aunque sea de manera virtual a los que serían mis compañeros en ésta aventura. No tenía idea de la gran familia que habían estado formando durante años y años de trabajo voluntario en cada conferencia. Mucha gente linda empujando todos para el mismo lado. Me sentí abrumada al principio, sabiendo que la mayoría ya se conocían hace tiempo y yo era una completa extraña que ni siquiera hablaba el mismo idioma que ellos. No tardé mucho en darme cuenta de que todos mis prejuicios no tenían lugar en ésa gran y hermosa familia de voluntarios que no solo me integraron desde el principio, sino que se preocuparon por mi sabiendo de lo lejos que yo iba a viajar para participar de ésta tan honorable tarea.

Y llegó el día del viaje. No fue un viaje facil, ya en la primer escala me empecé a sentir enferma y pensé que no iba a lograr llegar al destino; a pesar de eso me autoconvenci de que debía estar bien, y no me podía dar el lujo de perder ésta oportunidad. Compré una tableta de analgesicos y seguí mi camino. No fue facil pero al llegar a Las Vegas todo se tornó mas real, ya estaba ahi!!!

Concerté con un colega para compartir viaje desde el aeropuerto al hotel y así fue. Cuando llegamos me estaba esperando mi compañera de cuarto, ella también habia recibido la beca Al D.

El día siguiente comenzó temprano con una reunión para conocernos en persona todos los voluntarios. Wooow! Eramos muchos mas de los que me habia imaginado, y algunos eran voluntarios desde hacía más de 15 años. Luego siguió un pequeño tour por los distintos puestos que debíamos ocupar los siguientes cinco días.

Llegó el momento de empezar a trabajar, durante toda la semana ademas de tomar las clases que habíamos elegido, nos rotabamos en distintas tareas, y así se pasó la semana. Con muchas cosas nuevas aprendidas y lo mejor de todo, la hermosa gente con la que compartimos una semana intensa pero que sin dudas volvería a repetir cada año. Los mejores recuerdos? El trayecto en bus hasta el restaurante en el que compartimos la última cena al final del congreso fue impagable, disfruté cada minuto a la ida y a la vuelta. El discurso final de Caitlin fue el broche que cerró tan maravillosa experiencia.

Lo volvería a repetir? Sin absolutamente ninguna duda!!! Espero verlos a todos el proximo año.